Iglesia-fortaleza de Santa María de Ujué

El santuario  de Santa María de Ujué se edificó sobre una iglesia románica del siglo XI, habiéndose encontrado testimonio escrito del siglo X, sobre la existencia previa de un templo prerrománico en el mismo lugar. Fue Sancho Ramírez (1076- 1094), quien ordenó su construcción y dotó a la Villa de Fueros propios.

Carlos II el Malo, ordenó el derribo de parte de las naves para construir una amplia nave central gótica.

Se conservó no obstante, de la época románica, la cabecera en tres tramos con triple ábside semicircular así como una torre adosada al muro sur.
También ordenó el monarca la construcción de pasos de ronda que rodean la iglesia y torres almenadas que dan al conjunto un aspecto de fortificación. En su fachada sur, el paso se transforma en una galería abierta que proporciona una amplia perspectiva sobre la ribera de Navarra.

Si continuamos por el camino de ronda recorriendo el perímetro del templo, alcanzamos los tres ábsides románicos. El central conserva interesantes arcos románicos, en tanto que en los laterales sobresalen columnas con extraños capiteles y ventanas con arcadas ciegas.

El templo posee una de las portadas góticas más ricamente decoradas de Navarra. Se aprecian relieves alusivos a la vendimia, animales, escenas de la vida de Jesús, una curiosa Ultima Cena con un gallo y en lo alto una estrella con los tres magos sonrientes y un cuarto personaje vestido de clérigo que es el rey Carlos II

En el interior, un enrejado gótico separa la cabecera románica de la nave central, de estilo gótico. En el ábside central, se conserva la imagen de Santa Maria de Ujué, un bello ejemplo de la imaginería del románico, datada en el año 1190 y que en el siglo XIV, Carlos II ordenó forrar de plata. A su lado reposa el corazón de este monarca navarro por orden expresa que dejó escrita en su último testamento de 1385.

Declarada Monumento Nacional por Orden Ministerial de 26 de junio de 1936, el Templo se encuentra protegido al amparo de la Declarción Genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.